Conversaciones de verano
Siempre buscamos lo que no tenemos, si vivimos en una ciudad, buscamos un pueblo, si vivimos en el mar, buscamos la montaña, si tenemos una bici, queremos una moto, si nuestro pelo es liso nos gustaría tenerlo rizado,….., en fin, cada día veo y hablo con personas que siempre en un momento u otro, de una manera u otra, acaban diciendo que si en lugar de así, fuera asá, todo sería maravilloso.
Yo me pregunto ¿Dónde está la conformación?. Bien que queramos aspirar a un poco más, a un poco mejor, pero TANTO???. Esa envidia cochina que se nos come por dentro.
Mi abuelo Vicente siempre decía que vivimos muy bien, que no sabemos lo que tenemos y que ya nos llegaran las vacas flacas y entonces lloraremos y lo pasaremos mal.
Yo me reía, pensaba que nunca podíamos ir hacia detrás, siempre hacia delante, a más y a mejor, pero hoy por hoy tengo mis dudas.
Personalmente no puedo, ni debo, quejarme de nada, tengo salud, familia, casa y trabajo, ¿ dónde y cómo yo quiero?, pues no lo sé pero soy FELIZ.
Y no lo sé porque cuando tenía 20 años no sabía lo que quería ser de mayor, la vida me ha ido poniendo en un caminito y lo he seguido, tropezándome, equivocándome de desvio, buscando el sur en vez del norte,…, cosas que pasan .
Pero lo que si que me ha puesto es a un grupo de filósofos con un Gin Tonic en la mano, o un Ron cola, con los que las noches de verano en nuestra casa de turismo rural, se hacen de lo más amenas, divertidas y curiosas a la hora de hacer comentarios sobre como es y cómo nos va la vida.
Resumiendo, esto es un tango y hay que bailarlo!!!!.